Rodrigo Yáñez destacó que con su aprobación en el Congreso unos tres mil productos -que coinciden con la oferta exportable de la región- tendrían un acceso preferencial a un mercado de más de 500 millones de personas.
El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TTP-11) podría ser de gran provecho para la economía de la región, ya que tendría como efecto inmediato el crecimiento de las exportaciones del sector silvoagropecuario, el cual genera el 47% del empleo en el Maule.
Rodrigo Yáñez, director general de Relaciones Económicas Internacionales (Direcom) del Ministerio de Relaciones Exteriores, afirmó que, si se termina de aprobar este convenio en el Congreso, las exportaciones agroalimentarias podrían ganar espacio en mercados como Japón, esto es, el tercer destino en importancia para la región, a lo que se suman países como Canadá, Nueva Zelandia, Australia y Vietnam, entre otros.
El directivo recordó que, los principales socios comerciales de Chile están enfrascados en una guerra comercial, esto es, Estados Unidos y China, por lo cual, sostuvo que “tenemos que buscar oportunidades en otras naciones como los que conforman el TTP-11, las cuales representan un mercado de 500 millones de personas, con el 13% del PIB global”.
OPORTUNIDADES Y COMPETIDORES
Yáñez destacó que, en los actuales siete países firmantes, las exportaciones de productos agrícolas, cárnicos y lácteos, se han triplicado en destinos como Japón.
“Se trata de oportunidades que debemos aprovechar y que estamos dejando sobre la mesa, en mano de otros competidores importantes en materia agroindustrial, como Nueva Zelandia, Perú y Canadá”, preciso.
Consultado si China es el gran ausente, Yáñez afirmó sin el gigante asiático, igualmente el TTP-11 figura como el tercer acuerdo comercial de importancia en el mundo. Añadió que está pensado para las pequeñas y medianas empresas, las cuales contarán con un capítulo especial, para así generar capacidad e internacionalizar sus emprendimientos.
Ante la interrogante si los países que integran el TTP-11 ya cuentan con tratados comerciales previos con Chile, Yáñez comentó que, de igual forma, se le otorga acceso preferencial a tres mil productos que no estaban contemplados en acuerdos anteriores y que coinciden con la oferta exportable del Maule.
SEMILLAS ASEGURADAS
En cuanto a las dudas relacionadas con la propiedad intelectual, el jefe de la Direcom comentó que este tratado no incorpora ni privatiza ni una sola semilla autóctona de Chile.
“A través de la Ley de Obtentores Vegetales se incorporarían las excepciones para el pequeño agricultor, para que en el recambio de semillas se garantice que las variedades tradicionales también tengan un registro especial, a fin de que sean protegidas ante cualquier tipo de propiedad intelectual. Es decir, que los pequeños agricultores no tengan que pagar por la reutilización de las semillas”, sostuvo.